Tengo años en este oficio, sé que muchas personas dirán que estoy algo desquiciado, aunque otras pudieran compartir mi idea, ser sepulturero es algo que me llamaba desde que era un simple niño, mientras que a mis hermanos le daba miedo pasar por la noche frente al cementerio, yo me quedaba viendo por la ventana del auto hacia él, esperando que alguna alma en pena brillara en la oscuridad, pero... lamentablemente nunca ocurrió.

El convertirme en cuidador de tumbas era la forma perfecta de estar con eso que tanto me llamaba, cuando estaba en la escuela, muchos niños querían ser médicos, policías, bomberos, entre muchas otras profesiones, yo solo quería ser un humilde sepulturero, en cada ocasión que lo decía, todos me miraban de formas extrañas, a nadie le gustaba hablar de espíritus, yo me sentía tan solo, que con los únicos que podía contar, era con ellos, los espíritus que llegaban a mi cuarto cada noche.

A medida que fui creciendo, nada cambió, era el mismo chico raro que le gustaba aventurar por las noches en el cementerio, hasta que un día conocí a mi actual esposa, ella sentía de cierto modo es mismo amor por lo inexplicable, tanto así, que nuestra boda fue en un mausoleo, invitamos a muchas personas, al percatarse que era en ese lugar, muy pocos tuvieron la valentía de asistir.

Hace un par de años mi esposa junto a mis hijos tuvieron un trágico accidente, de solo recordarlo, mis lágrimas comienzan a caer suavemente por mis mejillas, ella venía camino a la casa, paso buscando a los niños que estaban en el colegio, ya tenía varios días trabajando en el hospital sin descanso, yo me había ofrecido a buscarlos a los tres, y ella se negó, me dijo que no me preocupara, que ella estaba bien y que nada malo iba a pasar.

A los pocos minutos de colgar la llamada, siento una extraña sensación de que debía ir por ellos, uno de los espíritus que siempre estaba junto a mí, me decía que no lo dejara en sus manos, que no era momento de confiar en mi cansada esposa, tomo rápidamente mi vehículo, poniéndolo a toda marcha, en el camino veo a mi esposa al volante y a mis dos hijos en el asiento trasero, los tres profundamente dormidos, hice mi mejor esfuerzo por despertarlo con la corneta y gritos, al final vi como uno de los pequeños sonrió y levantó su manita para saludarme, luego de eso su madre impactó el lado izquierdo contra un muro de contención, por la alta velocidad del auto dieron muchas vueltas a lo largo de la calle.

Llamé lo más rápido que pude a emergencia, pero sabía que ya era tarde, podía sentir los cuerpos ensangrentados sin vida, ese es el peor día mi vida, por más que intente vivir sin ellos, la casa se sentía fría, apagada, sin vida, intenté quitarme la vida, y en cada ocasión los veía a ellos, diciéndome que no era mi momento de partir, que yo debía de ser feliz.

Desde que estoy contando y recordando esta historia, de mis ojos brotan gotas de agonía, aunque esto es algo que recuerdo cada uno de mis días, hoy recordé esa carita de mi hijo; sabes mi querido lector, así fue la única forma que pude cumplir mi sueño de ser un sepulturero, ahora cada noche luego de mi trabajo, vengo a cuidar la tumba de cada uno, los veo sonreír, me dicen que están bien, pero... yo no tanto, ellos eran todo mi mundo.

No sé si es mi hora de partir, pero a mi lado tengo un vaso lleno de veneno para ratas, esta será mi última vez, espero que la persona que encuentre esta carta de despedida, la pueda publicar en algún lugar, este es mi adiós, cuídate.

I have years in this profession, I know that many people will say that I am a little crazy, although others might share my idea, being a gravedigger is something that called me since I was a simple child, while my brothers were afraid to pass at night in front of the cemetery, I kept looking out the car window towards it, hoping that some soul in pain would shine in the dark, but... unfortunately it never happened.

When I was in school, many children wanted to be doctors, policemen, firemen, among many other professions, I just wanted to be a humble gravedigger, every time I said it, everyone looked at me in strange ways, nobody liked to talk about spirits, I felt so lonely, the only ones I could count on were them, the spirits that came to my room every night.

As I grew older, nothing changed, I was the same weird guy who liked to venture into the cemetery at night, until one day I met my current wife, she felt in a way the same love for the inexplicable, so much so, that our wedding was in a mausoleum, we invited many people, but when we realized that it was in that place, very few had the courage to attend.

A couple of years ago my wife and my children had a tragic accident, just remembering it, my tears begin to fall softly down my cheeks, she was on her way home, she was looking for the children who were at school, she had been working at the hospital for several days without rest, I had offered to look for the three of them, and she refused, she told me not to worry, that she was fine and that nothing bad was going to happen.

A few minutes after hanging up the call, I feel a strange sensation that I should go get them, one of the spirits that was always next to me, told me not to leave it in her hands, that it was not the time to trust my tired wife, I quickly take my vehicle, putting it in full gear, on the way I see my wife at the wheel and my two children in the back seat, I did my best to wake him up with the horn and screams, at the end I saw how one of the little ones smiled and raised his hand to greet me, after that his mother hit the left side against a retaining wall, because of the high speed of the car they made many turns along the street.

I called emergency as fast as I could, but I knew it was too late, I could feel the lifeless bloody bodies, that is the worst day of my life, no matter how hard I tried to live without them, the house felt cold, dull, lifeless, I tried to take my own life, and every time I saw them, telling me that it was not my time to leave, that I should be happy.

Since I am telling and remembering this story, drops of agony come out of my eyes, although this is something I remember every one of my days, today I remembered that little face of my son; you know my dear reader, this was the only way I could fulfill my dream of being a gravedigger, now every night after my work, I come to take care of the grave of each one, I see them smiling, they tell me they are well, but... I am not so much, they were my whole world.

I don't know if it's my time to leave, but next to me I have a glass full of rat poison, this will be my last time, I hope the person who finds this farewell letter, can publish it somewhere, this is my goodbye, take care.