La vieja historia de horror que atormenta la mente de un viejo cocinero de Londres, resurgirá en una noche de luna opaca.

  I gently slide the cloth with water and vinegar on the old wooden bar, this acid mixture allows me to keep away from the establishment the annoying flies and other insects, which arrive from the river at these hours, an old technique I learned from my father when I inherited from his hands this small restaurant on the banks of the River Thames, it was always the family business, being able to survive the hard times just for being the only place that opens until late at night, to wait for the sailors who arrive hungry after their day on the ferries.

  It is already 33 years in which it has created impeccable fame of good food at low prices, something quite strange for its privileged location, from where you can see London Bridge and the moon passing between its towers, it could even be said that it is a romantic place at certain times when it is not full of smelly men with a fishy smell, proudly claiming that in other times, in this same street, the famous murderer transited, not because we disemboweled anyone, but because it is said that the famous assassin was a fan of eel pie, a traditional dessert that distinguishes our cuisine, with such a special flavor, that even rumors say that we have secretly received orders for the Royal Palace, as it was the favorite dish of the queen in her afternoons of cards.

  Through the doors of this place, everything has happened, but certain things were so peculiar that even when I was a child I can remember them as if it were yesterday, I do not know why, but this lonely night where the moon has little brightness, showing itself rather yellowish and sad, brings back to my memory a terrible moment when my father was about to close the shop while I was throwing stones into the riverbed, in the distance the bells of the Big Ben clock could be heard ringing like a fuzzy echo, announcing that it was already 12 o'clock at night, the hour at which our day was coming to an end.

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  Suddenly, the screams of someone calling for help were heard, which put my father on alert, who quickly opened the door again and gave me a strong push to enter, while he unsheathed the sharp knife he always carried with him as a good retired diver, in the corner crossed a beautiful girl who came running barefoot, with her clothes torn and bleeding on her breasts, The fear in her eyes and the pallor on her face showed the old man that this woman was being followed by something capable of causing real terror, far beyond what any normal thief could achieve.

  Inside the premises, we turned off the lights and stood motionless, while on the outskirts we heard footsteps jumping through the puddles of water in the stone streets, something very large moved quickly as if hunting, skillfully my father threw an eel pie against the door, being sure that its strong smell would make even the best stalker lose track, the beautiful lady who trembled to succumb to panic in my father's arms, while with the bar cloth he tried to stop the bleeding of her wounds.

  In the outskirts, the moonlight cast a long shadow that penetrated to the depths of the tables, under which we were hiding, a strong breath let out a greenish vapor of bad smell that expanded between the glass of the windows, it was a very tall monster that the gloom hid while it sniffed fiercely without being able to get the trail, enraged for not finding its prey it hit hard the garbage cans, emitting terrifying growls, Shortly before leaving, we heard the sharp sound of sharp nails sliding on the wall of the entrance creaking as if it were a slate, creating deep grooves that still remain in the old wall, I can not say exactly what it was, but I can assure you that it was something above natural that I will never forget, so every night, before closing, I am attentive to who lurks in the area, keeping in my heart the deep dread that someday that thing will return.

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This story is fictional and does not represent anyone in particular.

This is an Original Story written by @susurrodelmisterio for Hive

Horror en la noche de Londres.

  Deslizo con suavidad el paño con agua y vinagre sobre la vieja barra de madera, esta mezcla ácida me permite alejar del establecimiento las fastidiosas moscas y otros insectos, que llegan desde el río en estas horas, una vieja técnica que aprendí de mi padre cuando heredé de sus manos este pequeño restaurante en las riberas del río Támesis, siempre fue el negocio familiar, pudiendo sobrevivir a las épocas difíciles tan solo por ser el único sitio que abre hasta altas horas de la noche, para esperar a los marineros que llegan hambrientos después de su jornada en los ferrys.

  Son ya 33 años en los cuales se ha creado una fama impecable de buena comida a bajos precios, algo bastante extraño por su ubicación privilegiada, desde donde se puede ver el puente de Londres y el paso de la luna entre sus torres, podría decirse incluso, que es un lugar romántico en ciertos momentos donde no está lleno de hombres hediondos con olor a pescado, con orgullo afirmo que por esta misma calle en otros tiempos, transitó el famoso asesino en el cual mi padre se inspiró para bautizar al Jack, no porque destripáramos a nadie, sino porque se comenta que el famoso malhechor, era fanático de la tarta de anguila, un postre tradicional que distingue a nuestra cocina, con un sabor tan especial, que incluso los rumores dicen que hemos recibido en secreto encargos para el Palacio Real, ya que era el platillo favorito de la reina en sus tardes de cartas.

  Por las puertas de este local ha pasado de todo, pero ciertas cosas fueron tan peculiares que, aun cuando yo era un niño puedo recordarlas como si fuera ayer, no sé por qué, pero esta noche solitaria donde la luna tiene poco brillo, mostrándose más bien amarillenta y triste, trae de vuelta a mi memoria un terrible momento, cuando mi padre estaba a punto de cerrar el local mientras yo lanzaba piedras al cauce del río, en la lejanía se escuchaban sonar como un eco difuso las campanas del reloj Big Ben, anunciando que ya eran las 12 de la noche, hora en la cual finaliza nuestra jornada.

  Repentinamente, se oyeron los gritos de alguien pidiendo ayuda, cosa que puso en alerta a mi padre, quien rápidamente abrió de nuevo la puerta y me dio un fuerte empujón para que entrara, mientras él desenfundó el cuchillo afilado que siempre llevaba encima como buen buzo retirado, en la esquina cruzó una bella chica que venía corriendo descalza, con la ropa vuelta tirones y sangrando en sus pechos, mi padre le hizo señas que viniera en su dirección para protegerla y la dama aceptó de forma apresurada, diciéndole al mismo tiempo que cerrará y guardara silencio, el miedo en sus ojos y la palidez en su rostro, le mostró al viejo, que a esta mujer la seguía algo capaz de causar un verdadero terror, mucho más allá de lo que pudiera lograr cualquier ladrón normal.

  Dentro del local, apagamos las luces y nos quedamos inmóviles, al tiempo que en las afueras escuchábamos pasos saltando entre los charcos de agua en las calles de piedra, algo muy grande se movía con rapidez como si estuviera cazando, hábilmente mi padre lanzó una tarta de anguila contra la puerta, estando seguro de que su fuerte olor haría perder el rastro hasta al mejor acechador, la bella dama que temblaba sucumbiendo ante el pánico entre los brazos de mi padre, mientras que con el paño de la barra intentaba detener el sangrado de sus heridas.

  En las afueras, la luz de la luna proyectó una larga sombra que se internó hasta las profundidades de las mesas, debajo de las cuales nos escondemos, una respiración fuerte dejaba escapar un vapor verdoso de mal olor que se expandía entre los vidrios de los ventanales, era un monstruo muy alto que la penumbra ocultaba mientras olfateaba ferozmente sin poder obtener el rastro, enfurecido por no encontrar a su presa golpeó fuertemente los botes de basura, emitiendo gruñidos aterradores, poco antes de marcharse, escuchamos el agudo sonido de unas uñas afiladas deslizarse sobre la pared de la entrada chirriando como si fuera una pizarra, creando los surcos profundos que aún permanecen en la vieja pared, no puedo decir exactamente de qué se trataba, pero sí puedo asegurarles que era algo sobrenatural que nunca olvidaré, por eso cada noche, antes de cerrar, estoy atento de quien merodea en la zona, guardando en mis adentros el profundo pavor de que algún día esa cosa regrese.

Esta historia es ficticia y no representa a nadie en particular.

La Investigación, Redacción e Historia es contenido original de calidad creado por @susurrodelmisterio para HIVE.

Esta historia esta dedicada a mi amigo @yonnathang quien me inspiro para escribirla. Un Abrazo.

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